Las fiestas de fin de año, sobre todo la Navidad, suelen ser sinónimo de reuniones familiares. También pueden ser fuente de estrés y agotamiento. Aquí tienes algunos consejos para aprovechar al máximo este periodo sin sufrir los inconvenientes.
Contenido
- 
 
Prepara las fiestas con antelación
 - 
 
Establece normas para evitar tensiones
 - 
 
Permítase momentos de respiro
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Adaptar tus expectativas y aceptar las imperfecciones
 
 Prepararse para las fiestas con antelación
 
Para evitar el estrés de los preparativos de última hora, es esencial mirar con antelación a la temporada
 festiva. Hay una
 serie de cosas que se pueden planificar con suficiente antelación al gran día
 :
- la lista de invitados: decide a quién quieres invitar y envía las invitaciones con suficiente antelación para facilitar la organización de todos
; - el menú: elige los platos que quieres preparar y haz la compra con antelación para evitar las prisas en las tiendas;
 - los
regalos: cómpralos poco a poco a lo largo del año o elabora una lista de ideas de regalos para que no te pille desprevenido en diciembre. 
 Haciendo esto, estarás más relajado y disfrutarás más del tiempo que pases con tus seres queridos durante las fiestas.
 
 
Establezca reglas para evitar tensiones
 
 las
 celebraciones familiares
 son a veces propicias a discusiones y tensiones. Para limitar este malestar, ponga unas sencillas normas
 :
- evite los
temas de conversación polémicos, como la política o el dinero; - favorezca las actividades divertidas y amistosas.
 - favorezca las actividades divertidas y amistosas para evitar discusiones demasiado serias; < /li>
 -  establezca
momentos de relajación, como un paseo después de comer o un rato tranquilo para descansar. 
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 por todo lo alto 
 Ten en cuenta que el objetivo principal es pasar un buen rato juntos y crear bonitos recuerdos en familia.
 
 
Aprende a decir no y a
 delegar
Para conservar tu energía durante las fiestas, es importante que no te sobrecargues con demasiadas responsabilidades. Piensa en delegar ciertas tareas en otros miembros de la familia o en rechazar educadamente ciertas peticiones si te sientes abrumado.
Por ejemplo, si tienes invitados en casa, pídeles que traigan un plato o una bebida, o que se ofrezcan a ayudarte con los preparativos. Esto te permitirá gestionar mejor tu tiempo y energía a la vez que consigues que tus seres queridos se impliquen más.
Permítete momentos de
 respiro
Durante este intenso periodo, es fundamental que encuentres tiempo para ti y te permitas momentos de relajación.
- tómate descansos regulares y céntrate en actividades relajantes: lectura, meditación, yoga o simplemente una siesta; < /li>
 - date un tiempo a solas, lejos del ajetreo familiar, para recargar las pilas y volver a centrarte en ti mismo; < /li>
 - comparte tus sentimientos con alguien cercano si sientes la necesidad.
 
 Dándote estos momentos de respiro, estarás mejor preparado para afrontar los retos e imprevistos que pueden traer las celebraciones familiares.
 
 
Controlar la dieta y el consumo de
 alcohol
Los excesos culinarios son habituales durante las fiestas, y pueden repercutir en tu energía y estado de ánimo. Para evitar el cansancio y las molestias digestivas
 :
;
;
descuides el sueño y mantén en la medida de lo posible
tus horarios habituales de acostarte y levantarte.
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 cuidarlo 
De
 esta forma, disfrutarás al máximo de las fiestas sin sufrir los efectos indeseables de comer y beber en exceso.
 
Adapta tus expectativas y acepta las
 imperfecciones
Por último, es fundamental no buscar la perfección durante las fiestas.
  Las comidas, la decoración, los regalos… nunca nada será perfecto y eso es lo que hace tan encantadores estos momentos pasados en familia.
 
Adapta tus expectativas y sé indulgente contigo mismo y con los demás.
 Lo importante es estar juntos y compartir momentos de convivencia, aunque no todo salga exactamente según lo previsto.
 
 
Aprecia los pequeños placeres
 
Por último, recuerda disfrutar de los momentos presentes y apreciar los pequeños placeres que nos brindan las fiestas:
- las risas compartidas en torno a la mesa; < /li>
 - los ojos brillantes de los niños ante sus regalos; < /li>
 - el reencuentro con seres queridos a los que hace tiempo que no ves.
 
Todos estos preciosos momentos son oportunidades para crear bonitos recuerdos y fortalecer los lazos familiares, así que saboréalos al máximo estas fiestas.
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