Luces de Navidad: historia y orígenes

Las
guirnaldas
luminosas son ya una
parte esencial de las fiestas. Decoran nuestros hogares, calles y árboles de Navidad, añadiendo un ambiente cálido y festivo. ¿Conoce la historia y los orígenes de estos adornos luminosos? En este artículo, te invitamos a descubrir la tradición de las luces de Navidad y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.

Contenido


Alternar

El origen de las luces de hadas

De las velas a las bombillas eléctricas

Ya en
el siglo XVI era habitual


decorar
árboles de Navidad
con velas. Estas se fijaban a las ramas mediante soportes especiales y se encendían durante las celebraciones de Nochebuena. Por supuesto, esta costumbre no estaba exenta de riesgos y eran muchos los accidentes provocados por las llamas.

Fue
en el siglo XIX cuando la invención de la electricidad revolucionó la forma de iluminar el
árbol de Navidad. De hecho, fue en 1880 cuando Thomas Edison, el inventor de la lámpara incandescente, tuvo la idea de utilizar sus nuevas bombillas para crear una ristra de luces con las que decorar su laboratorio durante las fiestas. Unos años más tarde, en 1890, su socio Edward H. Johnson diseñó la primera luz eléctrica para el árbol de Navidad, compuesta por 80 pequeñas bombillas rojas, blancas y azules. Fue tal su éxito que pronto comenzó la producción en masa de estos adornos.

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Las primeras luces de cuerda en Europa

A
pesar de la innovación aportada por los estadounidenses, las luces de cuerda permanecieron inaccesibles en Europa durante mucho tiempo debido a su elevado coste. Hubo que esperar a los años 20 para que empezaran a democratizarse gracias a los avances tecnológicos y a la bajada de los precios. Los franceses descubrieron entonces con asombro estos adornos que aportaban un toque de brillo y magia a sus
luces de
Navidad
.

La evolución de las luces de hadas a lo largo del
tiempo

Materiales y tecnologías en constante evolución

A lo largo de las décadas, las luces de cuerda
han experimentado numerosas mejoras tanto estéticas como técnicas. Las bombillas incandescentes se han ido sustituyendo por LED, mucho más eficientes energéticamente y menos peligrosas gracias a su baja emisión de calor. Los materiales con los que se fabrican las guirnaldas también han evolucionado, pasando del cristal al plástico y otros materiales sintéticos más resistentes y ligeros.

Variedad de formas, colores y efectos para todos los
gustos

Las guirnaldas luminosas se presentan ahora en multitud de formas, tamaños, colores y efectos. Tanto si prefiere las guirnaldas tradicionales en
colores navideños
(rojo, verde y dorado), como
si prefiere
iluminaciones centelleantes o decoraciones con forma de personajes, hay algo para todos los gustos y deseos. Algunas guirnaldas ofrecen incluso la posibilidad de crear juegos de luces y adaptar su intensidad para variar el ambiente según nuestro estado de ánimo.

Conciencia
medioambiental y guirnaldas
ecorresponsables

Con la
conciencia medioambiental
que caracteriza nuestros tiempos, fabricantes y consumidores buscan ahora soluciones más respetuosas con el medio ambiente y que consuman menos energía. Las luces de cuerda no son una excepción a esta tendencia, y en los últimos años han surgido varias innovaciones para satisfacer estos requisitos.

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LEDs, una alternativa más ecológica y económica

Como ya hemos comentado, los LED han sustituido en gran medida a las bombillas incandescentes en el diseño de las luces navideñas. Además de su larga vida útil, también tienen la ventaja de consumir mucha menos energía. Así que son una sabia elección para los hogares preocupados por preservar el planeta y reducir sus facturas de electricidad.

Guirnaldas
solares, una solución sostenible y autosuficiente

Para llevar aún más lejos el enfoque eco-responsable, ya están disponibles en el mercado las guirnaldas luminosas que funcionan con energía solar. Se recargan durante el día mediante colectores solares y se encienden automáticamente al caer la noche. No es necesario enchufarlas a la corriente, lo que facilita su instalación y ahorra energía.

En
definitiva,

La
tradición
de las luces navideñas ha recorrido un largo camino desde las primeras velas colgadas de las ramas de los árboles de Navidad. Los avances tecnológicos han hecho que estos adornos sean cada vez más seguros, económicos y respetuosos con el medio ambiente, al tiempo que ofrecen multitud de posibilidades para crear ambientes mágicos y cálidos durante las fiestas. Por supuesto, las luces de cuerda seguirán haciendo brillar nuestros ojos e iluminando nuestros hogares durante muchos años.

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